Primer círculo concéntrico de negatividad.  (1º CCN)

Muchos de mis pacientes me dicen que son muy negativos. Que lo ven todo muy oscuro y que no entienden como otras personas pueden estar tan bien e ir felices por la vida.

Para entender nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestra actitud, debemos empezar por entender cómo funciona nuestro cerebro. Cuanto más me capacito en neurociencia, más entiendo como el funcionamiento de nuestro cerebro influencia directamente a la calidad de nuestros pensamientos y emociones.

El cerebro es adicto a los químicos que generamos con cada pensamiento. Si empezamos a tener ciertos pensamientos recurrentes, nuestro cerebro se acostumbra al químico que genera esos pensamientos y, de alguna manera, se vuelve adicto a él. Ya sean pensamientos positivos o negativos. Si son pensamientos positivos recurrentes, genial!

Una vez nuestro cerebro crea adicción a ese químico, hará que esos pensamientos sean más recurrentes y permanentes, ya que cuanto más piensas en lo mismo, más química se crea y de esa manera, el cerebro recibe más dosis.

Se convierte en un círculo vicioso que, si no tomamos consciencia de ello, nos parecerá que es algo natural y creeremos que es simplemente un rasgo de nuestra personalidad.

Nada más lejos de la realidad. Nadie nace negativo. Se hacen negativos por la influencia de su propio cerebro, el entorno en el que vivimos y la manera en que permitimos que nos afecte, nuestros referentes de autoridad y por la manipulación de los medios.

Pero lamentablemente esto no queda ahí.

Cuanto más pensamos recurrentemente en lo mismo, a la vez que seguimos dando a nuestro cerebro su dosis diaria de químicos, estamos creando nuestra personalidad negativa. Esa personalidad negativa empieza a crecer y madurar hasta tomar el control de lo que proyectamos, de lo que interpretamos en nuestro entorno y de cómo creamos nuestra propia realidad de esa interpretación.

La entidad negativa que hemos creado nos controla con la falsa ilusión de hacernos sentir que es nuestra personalidad.

Cuando lo vemos todo negativo es porque nuestra energía interna funciona desde la negatividad, porque nuestro cerebro es adicto a ese químico negativo. Y es ahí donde entramos de lleno al segundo círculo concéntrico de negatividad.

Hablaremos de  ello en el próximo post.